ESPERO QUE HAYÁIS LLEGADO HASTA AQUÍ VIENDO PRIMERO UN POCO MI WEB, ¿NO?

HE VENIDO AQUÍ A HABLAR DE MI WEB;)

Y PARA UNA VEZ QUE PUEDO, A HABLAR DE MI, YA QUE ES MI BIOGRAFÍA NO AUTORIZADA

Quería contaros algo más sobre mí, para que entendáis todo este lio de tanta profesión que en realidad es muy sencillo.

Me gusta mucho una frase “No podemos dejar que las percepciones limitadas de los demás terminen definiéndonos» Virginia Satir

Siempre me ha gustado esta frase, porque siempre he creído que dentro de cada persona hay muchos mundos por explorar y descubrir, y yo soy eso, una descubridora de mundos. Una contadora de historias.

Siempre me ha resultado muy difícil clasificarme, por lo que habréis visto en mi web, tan pronto hago trabajos periodísticos serios, como que me planto unas mallas de colores como actriz y antigogo, y hago el gamberro, que también me flipa, y además creo que es necesario, y cada vez más urgente, sacar el humor sea como sea.

Me parece que la vida es eso, puro contraste. Un contador de historias, o comunicadora que es lo que soy, cuanto más viva, construya, pregunte, se interese, experimente, sea curioso e inquieto mejor. Pues eso es un poco por lo que escribo esta biografia no autorizada, para quien sea curioso, inquieto y todas esas cosas que te hayan llevado hasta aquí.   Para ti, querido lector o lectora.

Me he decidido a escribir esto porque en el fondo, me dedico a contar historias y que menos que si habéis llegado hasta aquí, contaros un poco la mía propia.

Sé que es complicado hablar de una misma, y me horroriza mucho la gente que solo hace esto. Sé que es un tanto coñazo, pero estáis en mi web, ya lo siento,  así que es mi momento, me apetece que me entendáis. En realidad  todo el mundo me ha aconsejado  que no haga esto, que sea práctica, que el SEO, que si las palabras clave, que  si la información dirigida…en fin, me aburre. Por eso me he decidido escribir esta “biografianoautorizada”, para ser un poquito más yo, que ya que te pones a ello, pues eso, para hablaros de mí, de mi libro, del que todavía no he escrito, pero que escribiré.

Como dijo Panero, “lo único que no se puede ser en esta vida, es ser un coñazo” y creo que no lo soy, o si, quien sabe, quizá a alguien se lo parezco, el caso es que tengo mucho que contar, y bueno, sí,  soy la típica persona coñazo a la que siempre le pasan cosas. Y como una vez escuché en una de mis películas favoritas (quién adivine cuál, premio) “¿Estaba triste porque escuchaba canciones tristes, o era al revés?” Pues eso me pasa a mí. No sé si me ocurren historias porque me gusta contar historias, o me gusta contar historias y por eso me ocurren. O quizá provoque que pasen cosas, para poder después contarlas, quién sabe.

Pero lo cierto es que como soy bastante inquieta, siempre me han perseguido las historias, y también he buscado profesiones que me hicieran estar cerca de ellas. De ahí que me dedique a lo que me dedico: reportera, guionista, actriz, locutora, cuento historias, desde el audiovisual, desde la radio, desde el teatro, desde la interpretación, desde el periodismo, desde la voz…eso es lo único que hago, lo que he hecho toda mi vida,  contar historias, en diferentes medios y de diferente forma. A veces bien, a veces regular, y a veces, también genial. Lo digo porque he visto gente mearse de la risa a ratos, a la gente literal, y también he visto alguna lagrimilla.  Y he de reconocer que no soy mala pensando chorradas, e idioteces varias. Pero eso no quita que si hay que ponerse seria, soy la primera también. O no, no sé, o si, que coño.

De todas formas, me resulta extraño hablar de mí. Hay tantas mis dentro de mí…y en general, hay tantos yos dentro de nosotros en general, que clasificarnos solo por lo que somos laboralmente, me parece absurdo, pero esta web es un tanto profesional, así que he tenido que hacerlo . Pero que quede claro mi pensamiento. Una persona no es lo que es a lo que se dedica, una persona es mucho más, es todo eso “más”. Una persona es una persona, no es un avión (como cantaba Mecano “solo soy una `persona” https://www.youtube.com/watch?v=1lyogXSBRBQ )

No estoy muy de acuerdo en las clasificaciones, por eso no sabía ni como dividir mi web, hasta que caí que más o menos, me dedico a seis cosas, si no son nueve, pero tenia que acortar, lo de peluquera de mapaches en Singapur os lo cuento otro día. Pero eso no es lo importante. En realidad necesitamos encasillarnos para aclararnos. Básicamente porque no soy rica, y tengo que vivir de mis profesiones, sino todo me daría igual. Creo que el ser humano las necesita para simplificarnos, acotarnos, encasillarnos y auto clasificarnos, pero estoy segura de que somos muchos yos dentro de nosotros. Ya Pessoa hablaba de los heterónimos. La gente que me conoce bien, sabe bien que tengo unos cuantos…pero si sigo por este camino, no pararía de divagar, y me daría por escribir una autobiografía de la biografía no autorizada. Quizá es una buena idea para algo, pero no ahora. Céntrate.

Esta biografía no está autorizada, que quede claro el concepto,  por mi madre que leyó esto y dijo “como vas a poner eso en internet”. Pues allá voy.

Soy comunicadora desde  que tengo uso de razón. Al año ya hablaba como una cotorra, porque me divierte contar, y que me cuenten historias. Inventar, confabular, renfocar  la realidad…y además, he vivido tanto que tengo mucho material para contarlas.  He vivido  en 23 casas, he tenido más de 75 compañeros de piso, he vivido en 7 ciudades, he viajado a unos cuantos países sola, me he enamorado 3 veces y desenamorado unas cuantas más,  he trabajado de todo lo que veis en mi web: reportera, guionista, locutora, periodista, actriz, cómica, improvisadora, empresaria …Pero también lavando platos en un comedor escolar, de camarera, de repartidora de panfletos, de presentadora de karaokes, de cuentacuentos, de animadora vestida de hada, de animadora vestida de pirata, de animadora vestida de pera, de doncella en caterings, de presentadora de citas a ciegas, de médium en una fiesta, he sido la camarera particular de Enmma Thompson…en fin, ya ni recuerdo ni los curros más surrealistas que he hecho, pero han sido unos cuantos.

Como esto es una página mía, intentaré explicar algo de mí sin irme por las ramas, a ver si lo consigo,  e intentaré explicar porque hago tantas cosas. El resumen es fácil. Soy hiperactiva, cosa que no es fácil de llevar, soy curiosa  e inquieta y me ha costado aceptarlo, a los de mí alrededor, ni os cuento. Alguno incluso se dio por vencido, otros me llevan y se lo pasan bien. Y yo ya lo llevo mejor;)  Pero mi historia es la siguiente…que haciendo esta web me ha dado por reflexionar.

Empezaré por el principio. Lo que más me gustaba de pequeña era que me contaran cuentos, según mi madre era muy pesada y todos los días quería un cuento o dos mínimo, sino no dormía y luego mi padre me enseñaba poesías, desde muy pequeña.

De hecho, aquí empieza todo. Mi primera actuación estelar la hice con dos años. Fui una niña “prodigio” en mi guardería, vestida de pollito, recité en patio rodeada de padres y madres, repito, con dos años,  la poesía del Gato Serafín, que aún recuerdo y recito de vez en cuando, por cierto.

“Una vez tuve yo un gato, blanco y rubio, tan monín, el rabo era así de largo, se llamaba Serafín…”

Los demás niños, no sabían ni hablar, y ahí estaba yo, recitando y aprendiendo poesías. Una repipi en toda regla, en realidad, supongo que daba asquete. Tengo una foto de aquello vestida de gallo con mi poesía en mano y los demás niños jugando.¿ Qué clase de monstruito era yo? ¿ los niños jugaban y yo me aprendía la poesía del gato Serafín? ¿ pero que tipo de infancia tuve? 😉 No sé, aunque no me acuerdo bien, creo que solo lo hacía por las chocolatinas que mi padre traía a la salida de clase, eso sí que lo recuerdo bien. Esas chocolatinas redondas de colores, con dibujos, una maravilla para una niña rechoncha y gordita.

Ahora me pongo un poco a reflexionar y estaba claro que mi amor por los cuentos, la palabra, las historias y la poesía aparecieron desde muy pronto. Y  mi amor por hablar, me gustaba hablar, mucho, era parlanchina, según cuentan. Al parecer, y según mi madre, me paraba en la calle y hablaba con todokiski, incluidos desconocidos, con tres añitos. Según mis amigas, eso me sigue pasando y lo sigo haciendo ahora. Soy una reportera de la vida, no lo puedo evitar, aunque reconozco que con los años, me he vuelto mucho más selectiva, con los desconocidos, menos mal.

Para mi comunicar, hablar, contar historias, siempre ha formado parte de mí. Pero luego llegó la confirmación de los hechos.

En los campamentos de verano, los primeros a los que fui en mi vida, con seis años, corría allá el año 1987, y  daban a final del campamento, después de 15 días, premios y condecoraciones por diferentes motivos. Me dieron el primer premio de mi vida. Una banda de miss donde ponía en letras muy grandes MISS COMUNICATIVA. Yo la lucia orgullosa y recuerdo una tremenda felicidad, de niña que sacaba tripa orgullosa con su bikini de Snoopy.  Pero ahora pienso… “¿Qué tuve que hacer o decir para que me dieran ese premio?  ¿De verdad, tanto hablaba?” ¿ qué liaría yo con siete años? “

Porque de 200 niños que te den una banda a Miss comunicativa, no es cosa baladí. El caso es que fui MISS, por primera y única vez en toda mi vida. O quien sabe, aun me queda;) Nunca hay que perder la esperanza.

Después, no recuerdo quien fue, me regaló una grabadora. Uno de los regalos de mi vida, que aún conservo. Y monté con las vecinas un programa de radio en el patio, con 10 años o así. Recuerdo que hacia entrevistas a los que pasaban por allí, al portero, etc. Me la llevaba al colegio, entrevistaba a mis amigas. Es más, aún conservo esas cintas. Que el regalo de mi vida fuera una grabadora, ya es muy significativo…

Luego empezó la adolescencia y un profesor de literatura me marcó para siempre.

Como no paraba de hablar, ese mismo hombre, me castigaba y me echaba de clase. Me hacía escribir cada vez que me castigaba 4 folios, por las dos caras. Así comencé a escribir, gracias a un castigo divino. Como no sabía que escribir, le contaba mi vida, la de los de clase, los libros que leía, las películas que veía,  los actores que me gustaban,  recuerdo que estaba enamorada de Javier Barden y él lo llamaba “cacho carne”. Sea lo que sea, y gracias a eso, comencé a escribir y no he parado desde entonces. Aunque  quizá es mi faceta más desconocida, o en la que más me exijo y no acabo de encontrar dentro de mis 100 historias o más empezadas en mi Word, la historia que quiero contar, o al menos, la primera que quiero publicar. Ya he hecho mis pinitos como autora teatral y guionista audiovisual de ficción.  Aunque sé que me queda ese gran bestseller por escribir, o esa gran obra dramática. Ahí queda pendiente, algún día, cuando pueda parar quieta un rato largo.

En esa misma, época comencé las clases de teatro, y de pronto descubrí uno de los amores más profundos de mi vida, las palabras hechas carne, como diría Lorca, descubrí como podía divertirme, imaginar, crear un personaje, ser otras, contar una historia desde otro punto de vista, desde un escenario. Monté una compañía de teatro en el cole, de comedia, éramos cuatro chicas, todos los textos los escribía yo en clave de comedia, y el primero triunfó tanto que todos los años hacíamos uno y revolucionábamos todos los festivales de Navidad del instituto.

Así que antes de empezar la Universidad, ya estaba claro. Me gustaba escribir, contar historias, hacer teatro y comunicar…No me veía como periodista de periódico porque soy demasiado hiperactiva para estar tanto rato sentada, aunque me encante escribir y tenga bastante alma de escritora sin desarrollar ( todavía)  Pero sí, me veía en radio, en tele, por ahí iban los tiros. Con 18 años recién cumplidos, una persona no está para elegir tanto. Me debatía entre el teatro y el periodismo, entre lo que me he debatido siempre, pero es verdad, que creo que acerté, estudié Comunicación Audiovisual

En la carrera descubrí mi amor por la radio, trabajé en un programa de radio nocturno de becaria durante dos años a la vez que estudiaba la carrera.  En el programa hacíamos entrevistas a actores, escritores, novelistas.

Probablemente, y siempre lo digo tuve uno de los curros de mi vida, nada más empezar. Siempre he tenido buena voz, para que negarlo. Un culo grande también lo he sufrido, pero buena voz.  Hacia las cuñas, leía los cuentos…Eso fue hace mucho, pero luego mi voz, siempre se utilizaba en los programas donde trabajaba, y al tiempo, como todo llega, una creativa de publicidad, me escuchó en un teatro, haciendo teatro con mi compañía, y comencé una mini carrera como locutora, en la que estoy ahora mismo, en realidad hago cosas sueltas, cuando me llaman y cuando puedo, y me apasiona las posibilidades que me brinda.

( LOCUCIONES http://mariaderada.com/locutora/)

En la carrera también  me dio por contar historias detrás de cámara, escribí unos cuantos guiones en las prácticas, y me dieron una beca para estudiar cine en Londres. Quería ser directora de cine, escribir mis guiones, rodé mi primer corto que jamás enseñare, y aquello me cautivó, pero me di cuenta de que el cine era muy caro para una chica de provincias.  La beca solo cubría los gastos del curso, y curre en Londres limpiando platos, de camarera, fui la camarera de Kevin Spacey durante un tiempo y le robé un cubata a Emma Thompson…

( Ay, si yo os contara mis historias;)

Al tiempo, y en resumen, mi madre me dijo: “vuélvete que abren la Autonómica de Aragón, y va a haber muchísimo trabajo y te hemos pagado una carrera para algo”

El caso es que en la tele al principio, no me cogieron, me cogieron en la radio, y en una compañía de teatro. Así que hacia radio por las mañanas, daba clases de inglés en una academia por las tardes, y por las noches, hacia teatro, en total no superaba los 400 euros. Mi jefe de la radio, se apiado de mí y me consiguió una entrevista en la tele. Y dicho y hecho, hice la entrevista y  estaba dentro,  23 añitos, poco más. Y ahí comenzó una carrera profesional en la que sigo después de 15 años.

Comencé de guionista para un programa de debate político y para otro de cultura, y pronto, y gracias a un compañero, di el salto a ser reportera. Como era graciosa, payasa, hacia teatro, tenía 23 añicos y unos ojos azules, empecé a ser yo misma delante de la cámara, dicharachera, creativa y divertida, y empecé a hacer estas locuras, que podéis ver por aquí http://mariaderada.com/videos/

Después, mucho trabajo, muchos programas, Etib, el país vasco, Marijaya, y las fiestas de Bilbo, Barcelona, y Madrid… 15 años llevo ya trabajando para todo tipo de programas: de reportajes, documentales, docurealities, talents, cada vez, he de reconocer, tiro más hacia mi faceta más de reportera, o de guionista pero de grabación, estar insitu, delante o detrás de cámara, porque me gusta preguntar y aprender y que me cuenten historias. Volvemos a lo mismo.

Amo el teatro y amo la televisión. Creo que los dos medios son muy validos si se utilizan bien. Ni toda la televisión es mala, ni todo el teatro es bueno. Todo depende del contenido.

La televisión me ha permitido conocer gente e historias que jamás de otra manera hubiera conocido, conocer cómo trabaja una máquina de nieve desde lo más alto del pirineo aragonés, conocer a músicos y artistas muy interesantes e ir más allá de su simple aspecto, conocer porque son importantes las lombrices, conocer terapias con caballos, conocer emprendedores, amas de casa, jubilados, fontaneros, poceros, fabricantes de quesos, un ciego que viaja por el mundo solo…La tele me pone los pies en la tierra, me permite no vivir ajena a lo que ocurre a mi alrededor más cercano. Y probablemente eso me sirve para escribir teatro o para convertir en esas historias en algo más artístico, como hice con mi primera obra de teatro, Todoterapia que está basada en un reportaje de televisión.

El teatro siempre ha formado parte de mi vida, igual que el periodismo, casi nunca he dejado de hacer teatro desde mis 13 años, y casi nunca he dejado de hacer periodismo desde mis 23 años. Pero sí que es verdad, que en las temporadas de tele, con los horarios que todos sabemos que hay, es complicado compaginarlo con el teatro. Pero yo lo hago, como puedo, pero lo hago. Hubo unos dos años que tuve que dejar la tele por completo y dedicarme en cuerpo y alma a estudiar un master de teatro, y montar una compañía y escribir una obra. Una obra, que de hecho estaba inspirada en un reportaje que hice de televisión.

Por eso creo que una cosa esta unida a la otra, la gente siempre me dice que tengo que elegir, entre mis profesiones, y siempre intento explicar que no puedo. Siempre digo que el teatro y la televisión son mis dos profesiones, es como si tuviera dos amores y no pudiera prescindir de ninguno. La tele, me hace poner los pies en la tierra, conocer historias de cerca, y el teatro me hace volar y imaginar otros mundos.

Al final, el resumen es que soy eso, y quien me conoce, lo sabe bien, una contadora de historias. El tiempo y la vida, me ha permitido contarlas a través de diferentes medios, de la radio, otras veces como guionista o reportera contando historias de otros y aprendiendo de los demás, cosa que amo de mi profesión, ese continuo aprendizaje o a través del teatro, escribiéndolas, dirigiéndolas y representándolas. El teatro me ha permitido encarnarlas, y crear los personajes, que una vez alguien imaginó, o que yo misma imaginé.  Pero cuando la gente me pregunta que soy, ya no contesto mi profesión, contesto:

“Soy yo”

Que soy no tiene nada que ver con la profesión que uno tiene, o si, no se, pero solo es una parte, esto que os he contado aquí es algo de lo que soy, o es simplemente la historia de porque me dedico a lo que me dedico….

Os he engañado, vais a tener que conocerme para que os pueda contar las historias más interesantes, esas que jamás contaría por internet 😉

La biografía no autorizada no se la cuento a todos. ¿Qué os creíais?

Eso sí, si habéis llegado hasta aquí, solamente por la paciencia, escríbeme al email y te invito a una cervecilla y  igual hasta a unas olivitas, y nos contamos más cosas en persona, que es donde se comunica de verdad.

De verdad, solo por tu curiosidad, escríbeme y te invito a una cerveza que te lo has ganadoJ

MARÍA